miércoles, 21 de octubre de 2009

Francisca Nieto (Asociación Española de Kinesiologia)




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VISION PERIFERICA Y CUERPO ETERICO
Como especie humana, estamos en el proceso de desarrollo de la visión periférica desde un punto de vista ideal, pero en realidad, la mayoría de nosotros la hemos desarrollado muy poco. Por ejemplo, cualquiera de vds., habrá experimentado lo siguiente: estamos haciendo algo y percibimos un movimiento fuera del ángulo de nuestro ojo, periféricamente. Miramos y no vemos ningún movimiento, pero nosotros vimos algo moverse ¿no hemos tenido todos esa experiencia?. La respuesta es que en realidad había algo allí, pero no podemos verlo mirando directamente de frente, porque al mirar directamente de frente estamos usando la vista física en lugar de la “visión etérica", que es la visión verdaderamente periférica. El secreto está en disciplinarse uno mismo, y la próxima vez que veamos algo que queda fuera del ángulo del ojo observarlo periféricamente. Resistir la tentación de girar la cabeza. No desaparecerá, sino que permanecerá ahí y podremos distinguir lo que es según vamos mejorando. Quizás al principio sea sólo algo borroso. Cuando vemos algo moverse fuera del ángulo del ojo, no es nuestra imaginación que nos está haciendo una jugada, sino que existe algo allí realmente.
Infrarrojo y ultra violeta
En referencia al color, el ojo físico sólo ve el 1% del espectro magnético eléctrico. Nosotros sólo vemos lo que está entre el rojo y el violeta. Si las longitudes de onda van más allá del rojo, lo llamamos infra-rojo, que es invisible a la visión física y si las longitudes de onda no llegan al violeta, las llamamos ultra-violeta, y son igualmente invisibles a nuestra vista física. Otras especies pueden ver las radiaciones que nosotros no podemos ver, por ejemplo una abeja puede ver colores ultra-violeta, y así la abeja accede a esencias de flores que contienen el néctar que necesitan para la miel, emitiendo fragancias y polen. La gama que puede ver la abeja es mayor que la humana, pero sin embargo la abeja no puede ver la gama del color rojo del espectro. Una serpiente puede ver rayos infra-rojos, y así de hecho puede localizar comida viendo los objetos que emanan calor, ya que el calor se desprende de los objetos bajo los rayos infra-rojos. Sin embargo, una serpiente no puede ver la gama del color violeta. Los seres humanos estamos entre la abeja y la serpiente.
En esta habitación, si encendemos la radio podremos coger bastantes emisoras; podemos oír la señal acústica pero no vemos la onda sonora, ¿por qué? Porque la frecuencia en la que dichas emisoras transmiten están atravesando esta habitación ahora mismo, pero no podemos verlas. Si encendemos la televisión, probablemente podríamos sintonizar muchos canales porque las longitudes de onda en las que retransmiten están pasando por esta habitación, y ¿quién sabe cuántos teléfonos móbiles están pasando ahora por aquí?. Así que existen muchas cosas en esta habitación que normalmente no captamos con la visión que tenemos entre el rojo y el violeta.
Cuando vemos algo con la visión periférica, estamos captando cosas que están ocurriendo en el mundo real, pero que quedan fuera de la gama entre el rojo y el violeta. Podemos desarrollarlo, disciplinándonos y resistiendo la tentación de mirar de frente, e intentar verlo mediante la vista periférica. En kinesiología tenemos diferentes ejercicios que ayudan a desarrollar la visión periférica.
Hay muchos fenómenos que están aquí pero que no vemos, y parte de las cuales podremos llegar a ver si desarrollamos la visión periférica.
Por lo tanto "no apresurarse a juzgar o condenar a una persona que está sentada a nuestro lado, porque sólo vemos el 1% de ella; nos podría gustar el otro 99%".
El 98% de las células del cuerpo humano son reemplazadas cada año; solo el 1% lo contiene la materia física y el resto 99,9% es espacio vacío. Esta es una composición semejante a la que está compuesto nuestro mundo, desde el átomo al universo.
En Kinesiologia Aplicada enseñamos la técnica llamada "Visión Periférica", nos permite tratar, problemas y patologías de la persona, a un nivel más profundo y los resultados son sorprendentes. Podemos aliviar un dolor en el momento y para los trastornos emocionales es muy eficaz mejorando la autoestima.
Existen unos seminarios en USA., que enseñan a emplear la visión periférica: a la persona se le pone una visera, en la cual se le coloca una bolita fluorescente, manteniéndola encendida unos 30 minutos. Y se le enseña a enfocar la vista, sobre la bolita fluorescente, a unos 25 cm. de distancia y altura, es el único punto que se les permite mirar. Este seminario se desarrolla en el desierto, en la fase de luna nueva, para que no haya ninguna visibilidad y la vista siempre concentrada en la cuenta fluorescente. Sin ver absolutamente nada, la persona va esquivando los obstáculos, como piedras, maleza, cactus, etc.
En estas condiciones, la visión periférica está asimilando todo lo que ve alrededor. Esta visión periférica está emitida por ese 20% restante de la información óptica. El cuerpo percibe cuando tiene que evitar, los cactus, las rocas, etc. Es algo que no se puede comprender bien, hasta que no se tiene la experiencia personal.
Un señor que estaba haciendo el seminario, iba caminando por el desierto de noche siguiendo las instrucciones, y de pronto algo le hizo pararse, era como una voz interna que le dijo "párate"; él no sabía por qué, quitó la vista de la cuenta, miró hacia abajo y vio a sus pies un precipicio de unos 3,50 metros.
Basado en todas estas experiencias se escribió un documento de investigación, del cual se desarrolló esta técnica, para la sanación, teniendo una gran eficacia en casos en los que no responden las técnicas habituales.
El nervio óptico, lleva la información desde el ojo al cerebro, pero solo el 80% del mensaje del nervio llega a la corteza cerebral, el otro 20% va a otros lugares del cerebro y del cuerpo. Además la información que recibimos del mundo exterior no solamente es visual.
Cuerpo Etérico
Existen muchas dimensiones aparte del 1% del espectro electro-magnético que no podemos ver. Los hombres somos más complejos. No somos sólo la parte que puede ver el ojo físico, sino que somos seres multidimensionales. Tenemos 7 cuerpos sutiles o vehículos: Los 3 primeros Espíritu divino, Espíritu de vida, y Espíritu humano pertenecen al Cuerpo causal o Ego. Y los otros conforman la Personalidad de la persona: Cuerpo del deseo o Astral, Cuerpo etérico o vital y Cuerpo físico. El Ego, lo llamamos “ser superior” y la Personalidad “ser inferior” y ambos están conectados por la Mente.
Todos estos cuerpos están implicados en la concepción de nuestra salud y está unidos entre si por lo que llamamos “el cordón de plata” y éste está conectado al cuerpo por el corazón. El cuerpo etérico está conectado al bazo y el astral al hígado. En terminología platónica, el cuerpo astral es el cuerpo del deseo. El etérico es el cuerpo de las estrellas, el cuerpo estelar donde se refleja la luz.

El aura está conectada al cuerpo por medio de tres sistemas de energía esenciales: el sistema de meridianos de acupuntura, los chakras y las corrientes de energía del ocho tibetano (cuerpo etérico), a través del 21 de bazo páncreas del lado izquierdo del cuerpo, llamado “cordón de plata”. La terapia auricular es muy eficaz ya que en la oreja está representado todo el cuerpo y puede captar mucha energía, pero ésta es muy inferior a la que capta el cuerpo en éste punto de acupuntura.
El aura sería la suma total de los campos electromagnéticos, la circulación de fotones que tenemos alrededor del cuerpo, llenos de color y luz. Hoy día se puede ver nuestro aura a través de una foto de la cámara Kirliam. La primera capa electromagnética (la que está más cerca del cuerpo físico) es la que se denomina cuerpo etérico. El aura es una expresión de los Chakras.
Nuestro cuerpo contiene alrededor diferentes capas de luz, color y todo gira en forma de espiral. Cualquier elemento en el Universo tiene una forma de espiral desde el Macrocosmos al Microcosmos (célula).
Es muy normal que las personas nos encontremos cansados y con poca energía. Vivimos en un mar de energía, hay una gran abundancia de éter en cada habitación, así que si nos encontramos cansados es que no estamos procesando el éter.
Si el cansancio es debido a una falta de éter, nosotros podemos detectarlo por Kinesiologia a través de la técnica “grieta en el etérico o cardenal emocional”, ya que las emociones son una de las causas que más debilitan al etérico. La energía emana del cuerpo etérico, por eso debemos de tratar este cuerpo.
Si se pudiera ver el cuerpo etérico en esa dimensión, se podría observar que gran parte del éter es impulsado fuera del cuerpo físico como líneas de fuerza que van hacia fuera. Un cuerpo con salud irradia esta fuerza etérica (como se irradia un olor) con lo que el cuerpo se protege de agentes externos que quieren penetrar como virus, bacterias, etc.
El cuerpo etérico es el cuerpo vital, y es de éste de donde viene nuestra vitalidad. Normalmente al final del día está más baja y es cuando es más fácil coger cualquier enfermedad.
Las personas que pueden ver el cuerpo etérico, pueden detectar de forma instantánea el grado de salud de una persona, si estamos bajos de energía debemos de evitar ir a hospitales o lugares donde hay más posibilidad de captar enfermedades. En el mundo del deporte se ha comprobado que las lesiones se suceden más cuando el deportista está cansado porque tiene menos vitalidad.
El cuerpo etérico es idéntico al físico átomo a átomo, la única diferencia está en que los hombres el cuerpo etérico tiene una polaridad negativa y el físico es positivo y en las mujeres es lo contrario, el etérico es positivo y el físico es negativo. Esta es una de las diferencias entre el hombre y la mujer.
Cada átomo del cuerpo físico está atravesado por un átomo del etérico, dándole energía de forma constante, con lo que se beneficia el cuerpo físico.
El cuerpo etérico está compuesto por los 4 éteres, cada uno de ellos tiene diferentes posibilidades: 1. El reflejante es responsable de la memoria; 2. El de la vida de la percepción de la vida y su prolongación; 3. El éter de la luz de la percepción sensorial y 4º el éter químico de la asimilación. Y los 4 son los que dan al cuerpo su vitalidad.
Todos hemos tenido la experiencia de que se nos haya dormido un brazo y de que no hay sensación de que a mover el brazo pero no tiene sensaciones. Cuando se empieza a sentir el hormigueo, es que empieza a fluir el campo etérico (no se debe de mover hasta no sentir alguna sensación), es cuando los átomos etéricos atraviesan a los del cuerpo físico dándoles vitalidad. Cuando ambos cuerpos están concéntricos la sensación de hormigueo cesa y el proceso está completado, estando el brazo normal.
Se puede cortar esa fuerza etérica durante cierto tiempo, pero si fuera largo, la persona fallecería. El fuego es una de las pocas cosas capaces de destruir el éter. Cuando se amputa un miembro, brazo o pierna, el cuerpo etérico se concentra sobre los extremos del corte y como el etérico tiene propiedades sensoriales, es por lo que se dan los llamados “dolores fantasmas”; es algo difícil de comprender si no se sabe que tenemos un cuerpo etérico que no se puede ver.
Es muy normal que personas a las que se les ha amputado algún miembro se vuelva alcohólicos o toxicómanos debido a que los fuertes dolores fantasmas solo se pueden mitigar con drogas fuertes. Hoy en día el fenómeno de los dolores fantasma es mínimo, porque cuando se le amputa un miembro no se le entierra, sino que se le incinera y el fuego destruye el cuerpo etérico en el miembro amputado.
El tratamiento de estos dolores se puede realizar con éxito a través de la acupuntura con el punto “LO” del miembro del lado opuesto al amputado y pasar la energía a ese lado.
El éter forma parte del cuerpo físico y está sujeto a las leyes de éste mundo. La vida y nuestra energía viene del cuerpo etérico, investigaciones han demostrado que el cuerpo humano al morir pesa menos, la explicación es que al morir se pierde la vida que sólo puede existir si hay éter, si no hay éter no hay vida.
En el caso de dormirse un brazo solo se quita un éter, el de la luz, y el brazo se queda sin sentido pero si quitáramos los 4 éteres la persona moriría enseguida. Cuando se extrae el bazo, el cuerpo etérico sigue en la persona aunque disminuido, lo mismo cuando se amputa un brazo, pero en este caso se quita una parte muy importante del sistema inmunitario y la persona estará disminuida en sus defensas.
En un trasplante de órgano, ¿de quién es el cuerpo etérico? En estos casos en la persona suele haber un cambio apreciable en su personalidad ya que el paciente tiene el cuerpo etérico del donante en el órgano. Eso mismo puede suceder cuando ha habido una gran transfusión de sangre, aunque en este caso el carácter de la persona volverá poco a poco a medida que la creación de nuevas células sanguíneas (glóbulos rojos) se crean. Sabemos que la vida media de estas células es de 4 meses y después de ese tiempo ya tiene su propia sangre. En el caso de un trasplante de corazón, no hay renovación y el cuerpo etérico del donante se mantiene durante toda su vida.







Cuando uno muere y le incineran ¿es bueno o es malo? La incineración es buena desde el punto de vista sanitario, lo recomendable es hacerlo después de los 3,5 días y medio del fallecimiento, porque el cuerpo etérico ya es estable y el fuego lo destruye. El “cordón de plata” conectado al corazón y al cuerpo químico; según la metafísica, es un átomo de vida del cuerpo físico que se lleva consigo de vida en vida y se llama “semilla” en el que están gravadas todas las experiencias adquiridas de nuestra existencia. Al estar cerca de la muerte, el cordón de plata empieza a romperse y el átomo de semilla empieza a reproducir toda su vida, entonces el cordón de plata no está totalmente cortado y sigue emitiendo información a los cuerpos superiores. Este proceso tarda 3,5 días para que se produzca la grabación el cordón de plata se corte totalmente.

Francisca Nieto
(Asociación Española de Kinesiologia)